Valeria Chedraui
Desde que fue declarada la emergencia sanitaria por la inminente llegada del nuevo coronavirus al Estado de Tlaxcala, el confinamiento fue medida alterna para romper con los contagios.
Sin embargo, la medida de prevención tuvo sus consecuencias como la obesidad, enfermedades generados por trastornos digestivos ante el consumo de bebidas azucaradas.
En este sentido la nutrióloga del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) delegación Tlaxcala, Aixa Paredes Pérez, alertó que de continuar este comportamiento se tendrá otro problema de salud como el aumento de peso debido a la mala alimentación, asociada por el estrés e inactividad de cada persona, el cambios de humor relacionados con la ansiedad y que puede dar pauta a un cambio de conducta alimentaria, principalmente en abuso de productos procesados.
“El confinamiento fue una medida preventiva para contener el virus originado en China, pero lamentablemente la medida resultó contraproducente en algunos sentidos, ya que la obesidad y el estrés ha resultado como parte del encierro familiar”, explicó.