Redacción

Para algunas figuras internacionales, el arribar a la MLS tras un paso importante en el fútbol de Europa es obtener una de las últimas oportunidades que da el profesionalismo para seguir mostrando su talento en una liga competitiva. Lamentablemente algunos futbolistas no logran el éxito deseado, y su paso por los Estados Unidos se convierte en un capítulo negro al final de su carrera.

Dicha vereda, parece ser la cruzada en estos momentos por Javier ‘Chicharito’ Hernández, quien parecía tendría un buen arribo al conjunto de Los Angeles Galaxy, sin embargo su primer año se convirtió en todo un tormento.

Desde su salida del Bayer Leverkusen, la carrera del mexicano ha ido en picada, Malos tiempos en el West Ham de Inglaterra y en el Sevilla de España lo hicieron replantear su carrera; y el arribar a un Galaxy muy ‘mexicano’, cerca de la afición azteca, y con una afición embriagada por las actuaciones de sus estrellas internacionales como Zlatan Ibrahimovic, parecían ser una buena idea.

Sin embargo, desde los primeros días que pisó California, se comenzaron a observar actitudes por demás cuestionables y muy alejadas del fútbol. Apariciones en público, entrevistas, programas… El Chicharito comenzaba a volverse una figura mediática en Los Angeles, sin registrar aún números en el club.

Ya una vez ataviado en jersey y shorts con el conjunto angelino, la mala fortuna originada por el Covid-19 lo privó de seguir buscando su nivel con el equipo. Tanto jugadores como cuerpo técnico aseguraron que una vez en la cancha mostraría su mejor nivel; y la llegada del MLS is Back parecía se prestaría como la oportunidad perfecta, pero una rotura del músculo de la pantorrilla en un entrenamiento lo pondría entre algodones y lo alejaría de las canchas.

La actividad de la liga se reanudaría para el mes de agosto, y el Chicharito vería triunfar a su equipo desde casa durante su convalecencia. Fue para septiembre, cuando el canterano de las Chivas logró recuperarse satisfactoriamente y se puso a las órdenes de Guillermo Barros Schelotto. Lamentablemente su regreso coincidió con una mala racha de los angelinos; y la afición comenzó a atribuirle responsabilidad por ello.

Sus nulas contribuciones lo relegaron a la suplencia. El equipo se mantenía con ligeras esperanzas de poder clasificar a los playoffs de la MLS, y el timonel argentino, además de lidiar con la presión mediática, requería de efectividad en la delantera, la cual no tenía con el internacional mexicano. Al final, los malos resultados le costaron el puesto.

La sequía para el Chicharito terminaría el 5 de noviembre, con su gol ante el Seattle Sounders., pero el partido terminaría empatado 1-1 , y con ello se esfumarían sus esperanzas de calificación.

Tras la actuación, Hernández Balcázar se disculparía ante la afición, y prometería tener un mejor rendimiento para la siguiente campaña. Lo malo es que su año en la Galaxia fue por demás cuestionable, y muchos dudan que pueda permanecer en el equipo para el siguiente año.