Crisis del coronavirus presionará más la financiación de pensiones: OCDE

Redacción

La presión sobre la financiación de las pensiones está aumentando por el choque económico y laboral de la crisis del coronavirus, advirtió la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que recuerda que ya estaban bajo tensión por tendencias de fondo como el envejecimiento demográfico.
“El covid-19 ha provocado una fuerte perturbación de los mercados laborales, con efectos en cascada en los ahorros para la jubilación y en las pensiones”, explica la OCDE en un informe publicado este lunes y dedicado en su mayor parte a los sistemas de capitalización.
Ese documento avisa de que la crisis sanitaria y económica aumenta la probabilidad de que se prolonguen y agudicen problemas como el desequilibrio entre un número de jubilados creciente cuyas pensiones deben ser financiadas por unas generaciones jóvenes menos numerosas que entran en el mercado de trabajo.
Además, ante las dificultades para encontrar un empleo, para mantenerlo o por la baja remuneración en algunos puestos de trabajo, mucha gente será incapaz de ahorrar para su jubilación.
Por si fuera poco, la nueva deuda acumulada por los Estados para afrontar la recesión con ayuda masivas para las empresas o los trabajadores (los ERTE) “va a poner presión a la financiación de las pensiones, que ya están en tensión por los cambios demográficos”.
Por su parte, la mayor mortalidad generada por el coronavirus “se espera que reduzca el gasto en las pensiones actuales y futuras solo ligeramente”. En 24 países europeos donde se ha hecho una contabilidad conjunta del “exceso” de mortalidad por la epidemia en los nueve primeros meses del año, se ha calculado que el incremento ha sido de 6 por ciento.
De seguir esa dinámica, al final de 2020 se habrá reducido allí el número de los mayores de 65 años en 0.2 por ciento y el ahorro en retribuciones de jubilación en un porcentaje similar. Dado que las pensiones suponen de media en los países de la OCDE el 8 por ciento de su producto interior bruto (PIB), ese 0.2 por ciento representaría 0.016 por ciento del PIB.
Una gota de agua cuando se sabe que el déficit público en los países de la organización, en razón de los planes de salvamento económico, va a dispararse del 3 por ciento del PIB en 2019 a cerca del 11.5 por ciento este año, y seguirá siendo muy elevado en 2021 (8.5 por ciento) y 2022 (5.9 por ciento).
Pablo Antolín, jefe del equipo que ha dirigido el estudio, explica a Efe que “en las pensiones de reparto, el covid-19 va a tener un impacto muy fuerte, pero ese impacto es para mañana, no para hoy”.
En un sistema como el español, en el que domina el reparto, de momento la pérdida de empleos y de salarios acarrean una reducción de las cotizaciones de la Seguridad Social que el Estado amortigua con un incremento de la deuda pública. Pero no se sabe cómo se afrontará esa cuestión a medio y largo plazo.

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