Vía química para activar la formación de células madre musculares

Redacción

Las células madre musculares son las responsables del crecimiento del tejido muscular, así como de su reparación y regeneración después de, por ejemplo, una lesión. Estas células están disponibles para cumplir su función a lo largo de la vida de una persona. Sin embargo, en las personas adultas, las células madre musculares son quiescentes, es decir, permanecen inactivas hasta que se les pide que reaccionen a una lesión autorreplicándose y creando todos los tipos celulares necesarios para reparar el tejido dañado.

Un problema importante es que esa capacidad regenerativa disminuye a medida que las personas envejecen; también puede verse comprometida por lesiones graves y por enfermedades genéticas como la distrofia muscular de Duchenne.

Unos científicos han identificado un cóctel químico que permite la producción de una gran cantidad de células madre de tejido muscular, que pueden autorrenovarse y dar lugar a células de músculo esquelético de todas las clases. El avance, que ha sido detallado técnicamente por sus autores en la revista académica Nature Biomedical Engineering, podría conducir al desarrollo de terapias basadas en células madre para tratar la pérdida o deterioro de tejido muscular como consecuencia de lesiones, enfermedades o simplemente el envejecimiento.

Ya hay algunas terapias basadas en células madre musculares que se muestran muy prometedoras como herramienta para promover la regeneración muscular, pero los métodos actuales para generar células madre musculares específicas para cada paciente pueden llevar meses.

En cambio, el equipo de Song Li, de la Universidad de California en Los Ángeles (Estados Unidos), ha identificado un “cóctel” químico integrado básicamente por una combinación de forskolina (extraída de una planta) y una sustancia denominada RepSox. El producto resultante puede lograr la formación de una gran cantidad de células madre musculares en tan solo unos 10 días.

En estudios con ratones, los investigadores han demostrado dos posibles vías por las que el cóctel podría utilizarse como terapia.

El primer método utiliza células presentes en la piel, llamadas células miogénicas dérmicas, que tienen la capacidad de convertirse en células musculares. El equipo descubrió que tratar a las células miogénicas dérmicas con el cóctel químico las llevaba a producir una gran cantidad de células madre musculares, que luego podían trasplantarse al tejido lesionado.

El equipo de Li probó ese enfoque en tres grupos de ratones con lesiones musculares: ratones adultos (de 8 semanas), ratones ancianos (de 18 meses) y ratones adultos con una mutación genética similar a la que causa la distrofia muscular de Duchenne en humanos.

Cuatro semanas después de que las células fueran trasplantadas, las células madre musculares se habían integrado en el músculo dañado y mejoraron significativamente la función muscular en los tres grupos de ratones.

En el segundo método, el equipo de Li utilizó nanopartículas para liberar el cóctel químico directamente en el tejido muscular dañado. Las nanopartículas están hechas del mismo material que los puntos de sutura quirúrgicos disolubles, y están diseñadas para liberar las sustancias químicas lentamente a medida que se descomponen.

Este segundo enfoque también produjo una sólida respuesta de reparación en los tres tipos de ratones. Cuando fueron inyectadas en el músculo lesionado, las nanopartículas migraron por toda la zona deteriorada y liberaron las sustancias químicas, que activaron las células madre musculares quiescentes para que empezaran a dividirse.

Aunque ambas técnicas tuvieron éxito, la principal ventaja de la segunda es que eliminó la necesidad de cultivar células en el laboratorio: toda la activación y regeneración de las células madre musculares tiene lugar dentro del cuerpo.

El equipo se sorprendió especialmente al comprobar que el segundo método era eficaz incluso en ratones de edad avanzada, a pesar de que a medida que los animales envejecen, el entorno que rodea y ayuda a las células madre musculares se vuelve menos eficaz.

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