Redacción

El genoma de los dinoflagelados que viven en simbiosis con los corales está organizado de una forma increíblemente extraña e inusual, a juzgar por lo descubierto en una nueva investigación.

El equipo internacional de Octavio Salazar, de la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdalá (KAUST) en Arabia Saudita, examinó a fondo la organización genómica del dinoflagelado Symbiodinium microadriaticum. El genoma de esta criatura unicelular, simbionte del coral, ya había sido secuenciado y ensamblado en segmentos, comúnmente referidos como “andamios”, pero carecía de un ensamblaje a nivel cromosómico.

El equipo utilizó una técnica conocida como Hi-C para detectar interacciones en la cromatina del dinoflagelado, la combinación proteica y de ADN que conforma un cromosoma. Al analizar estas interacciones, los investigadores pudieron averiguar cómo se conectan los andamios para formar los cromosomas, lo que les permitió conocer la organización espacial y estructural del genoma.

Un hallazgo sorprendente fue que los genes del genoma tienden a estar organizados en bloques unidireccionales alternados. Eso es muy diferente a lo que se ve en otros seres, tal como indica Salazar. La orientación de los genes en un cromosoma suele ser aleatoria. En este caso, sin embargo, los genes están orientados de forma consistente en un sentido y en el otro, y los límites entre los bloques aparecen claramente en los datos de interacción de la cromatina.

Esta organización también se refleja en la estructura tridimensional del genoma, que el equipo dedujo que comprende cromosomas con forma de varilla que se pliegan en dominios estructurales en las fronteras donde convergen los bloques de los genes. Y lo que es aún más intrigante, esta estructura parece depender de la actividad transcripcional. Cuando los investigadores trataron las células con una sustancia química que bloquea la transcripción de los genes, los dominios estructurales desaparecieron.

Este vínculo inusual encaja con otro hecho extraño sobre los dinoflagelados: tienen muy pocos factores de transcripción en su genoma y no parece que ante los cambios ambientales reaccionen alterando la expresión genética.

El genoma de los dinoflagelados desafía las expectativas y los dogmas construidos a partir de las observaciones realizadas a los genomas de otros eucariotas.

El estudio se titula “Genetic and spatial organization of the unusual chromosomes of the dinoflagellate Symbiodinium microadriaticum”. Y se ha publicado en la revista académica Nature Genetics.