¿Radio extraterrestre? las señales que vienen de la galaxia

Redacción

Desde que se detectó la primera de ellas en 2007, las ráfagas rápidas de ondas de radio (FRBs por sus siglas en inglés) tienen desconcertada a la comunidad científica.

Los FRBs son destellos extrañamente brillantes en la banda de radio del espectro electromagnético, que suelen resplandecer durante unas milésimas de segundo antes de desaparecer sin dejar rastro.

Estas breves y misteriosas señales provienen de muy diversas y distantes partes del universo, así como de nuestra propia galaxia. Su origen es desconocido y su aparición, imprevisible.

Un gran radiotelescopio situado en la Columbia Británica, Canadá, ha aumentado de manera espectacular la cantidad de ráfagas rápidas de ondas de radio descubiertas hasta la fecha. El telescopio, conocido como CHIME, por las siglas de Canadian Hydrogen Intensity Mapping Experiment, detectó 535 nuevos FRBs durante su primer año de funcionamiento, entre 2018 y 2019.

El equipo científico de la Colaboración CHIME, incluyendo a Kaitlyn Shin del Departamento de Física en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos, ha analizado, verificado y reunido las nuevas señales en el primer catálogo de FRBs del telescopio.

El nuevo catálogo amplía significativamente la biblioteca actual de FRBs conocidos, y ya está dando pistas sobre sus propiedades. Por ejemplo, los FRBs últimamente descubiertos parecen pertenecer a dos clases distintas: los que se repiten y los que no. Los científicos han identificado 18 fuentes de FRBs que emiten repetidamente estas ráfagas, mientras que las demás parecen ser únicas. Las características de las ondas emitidas por las fuentes repetidoras también son diferentes a las no repetidoras, por ejemplo, en la duración de cada ráfaga, y también por el hecho de que la emisión se realiza en frecuencias de radio más concentradas que en el caso de las fuentes de FRBs no repetidoras.

Estas observaciones sugieren claramente que los FRBs periódicos y los ocasionales provienen de fuentes astrofísicas diferentes y se generan mediante mecanismos diferentes. Con más observaciones, los astrónomos esperan poder desentrañar pronto los orígenes de estas enigmáticas señales.