Demian Márquez

La elaboración de la bebida a base de cacao es una receta ancestral, que data desde la época prehispánica, y en Tlaxcala, gracias a un grupo de mujeres del municipio de Zacatelco, se ha mantenido viva por más de cinco generaciones.

La tradición de la elaboración de la bebida a base del cacao, que hoy es uno de los productos gastronómicos que caracterizan a esta población, siendo incluso declarado Patrimonio Cultural inmaterial de esta demarcación.

Al menos 10 familias son beneficiadas por la venta de cacao en el zócalo de Zacatelco, ya que se ha convertido en una fuente de ingreso para las mujeres del municipio, quienes heredaron de sus bisabuelas la receta y hasta los establecimientos para la venta de la bebida.

A pesar que el cacao no se produce en Tlaxcala, las vendedoras de esta bebida lo adquirieron por primera vez al intercambiarlo con maíz cacahuacentle y hoy en día, lo adquieren en Tabasco y el resto de su materia prima en Puebla.

Sin embargo, sí realizan la siembra de haba y maíz, elementos esenciales en la preparación de esta bebida, y cuyos ingredientes en ocasiones, todavía llevan a moler en metate, tal y como lo aprendieron de sus ancestros.

Expresaron, que la preparación del cacao les ha permitido comenzar a salir de su municipio a otras regiones del estado, del país y hasta el extranjero, a demostraciones gastronómicas, para dar a conocer Tlaxcala en Italia, Brasil, Michoacán y en Chapingo.

Las artesanas, ubicadas en el primer cuadro del municipio de Zacatelco, destacaron que  hay gente que llega a la comuna procedente de municipios del estado y otras entidades, únicamente para probar el cacao.

Ellas se autodenominan como artesanas de la bebida, por el trabajo que implica, de ahí que se agruparon en la Asociación de Mujeres Productoras de la bebida del Cacao-Cacahuatole de Zacatelco A.C., a través de la que han buscado apoyo de los tres niveles de gobierno e impulsado el reconocimiento de su producto.

Además de las mujeres que integran esta asociación, hay otras zacatelquenses, quienes de manera independiente y en otros espacios comerciales, como en distintos puntos de la capital de Tlaxcala, realizan la venta y promoción de esta bebida.

Para su preparación, explicaron que se colocan los ingredientes en un lebrillo de barro, se revuelven cacao, haba, maíz, canela, anís, agua y se puede endulzar con azúcar, piloncillo, miel o estevia.

El batido lo realizan con molinillo hasta obtener abundante espuma, para posteriormente servirlo en una jícara, enfatizando en la importancia de que el batido debe ser realizado por una sola persona, ya que, según la creencia popular, si cambia de manos perderá su consistencia, y que si la persona que lo prepara se enoja, su sabor será amargo.