¿Un cambio? Talibanes permiten a mujeres volver a empleos y escuelas

Redacción

Los talibanes prometieron ayer respetar los derechos de las mujeres, perdonar a quienes los combatieron y garantizar que Afganistán no se convierta en un refugio para terroristas.

Tras una ofensiva relámpago en Afganistán en la que muchas ciudades cayeron ante los insurgentes sin luchar, los talibanes han tratado de presentarse como más moderados que cuando impusieron una forma estricta de gobierno islámico a fines de la década de 1990.

Las generaciones mayores recuerdan el gobierno anterior de los talibanes, cuando confinaban a las mujeres en sus hogares, prohibían la televisión y la música, y llevaban a cabo ejecuciones públicas. Una invasión liderada por Estados Unidos los expulsó del poder meses después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, que Al-Qaeda había orquestado desde Afganistán mientras estaba protegido por los talibanes.

Zabihullah Mujahid, el portavoz de los talibanes, prometió que respetarían los derechos de las mujeres dentro de las normas de la ley islámica, sin dar más detalles. Los talibanes han animado a las mujeres a regresar al trabajo y han permitido que las niñas regresen a la escuela.

Cuando dirigían el país entre 1996 y 2001, las escuelas de niñas estaban cerradas, las mujeres no podían viajar ni trabajar, y estaban obligadas a llevar en público un burka, que cubre todo el cuerpo y el rostro, con una rejilla de tela a nivel de los ojos.

“El burka no es el único hiyab [velo] que puede llevarse. Existen diferentes tipos de hiyab que no se limitan al burka”, declaró Suhail Shaheen, portavoz del buró político del grupo en Doha, a la cadena Sky News.

“Podrán recibir una educación, desde la primaria a la universidad. Hemos anunciado esta política durante conferencias internacionales, en la conferencia de Moscú y aquí en la conferencia de Doha [sobre Afganistán]”, explicó Shaheen.

Miles de escuelas en las zonas controladas por los talibanes siguen abiertas, precisó.

Mujahid añadió que los talibanes desean que los medios privados “sigan siendo independientes”, pero subrayó que los periodistas “no deben trabajar contra los valores nacionales”. Prometió que los insurgentes garantizarán la seguridad de Afganistán tras tomar el control del país, y que no buscan venganza. Insistió en que todos han sido perdonados por el talibán, aun si trabajaron para el anterior gobierno o con gobiernos o fuerzas extranjeros. Mujahid también dijo que los talibanes no permitirían que Afganistán fuera utilizado como base para atacar a otros países.

Estados Unidos pidió que cumplan las promesas de respetar los derechos de los ciudadanos. EU también aseguró que recibió garantías de los talibanes de que permitirán el paso seguro al aeropuerto de Kabul de los civiles que quieran abandonar Afganistán. Así lo indicó Jake Sullivan, el asesor de seguridad nacional del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en una rueda de prensa. La Casa Blanca cree que la garantía podrá mantenerse al menos “hasta el 31 de agosto”, cuando Wa- shington planeaba culminar el proceso de retirada de sus tropas, pero todavía negocia con los talibanes sobre el “calendario exacto” para “sacar al mayor número de gente” del país “de la forma más eficiente”, añadió Sullivan. EU informó ayer que lleva evacuadas 3 mil 200 personas de la nación asiática. Sullivan también reconoció que muchas de las armas y equipos de defensa estadounidenses en Afganistán han caído en manos de los talibanes.

Si los insurgentes no cumplen con ese compromiso, EU se reserva el derecho de responder con “el peso completo de la fuerza militar estadounidense”, advirtió la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki. El Pentágono confirmó que sus comandantes en Kabul estaban en comunicación con los jefes talibanes para garantizar la seguridad del aeropuerto de la capital afgana. Ayer, efectivos estadounidenses descubrieron “restos humanos” en el tren de aterrizaje de un avión que partió de Kabul.

 

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