¿La enana marrón más misteriosa?

Redacción

 

Las enanas marrones son astros cuya masa es demasiado grande para que se las pueda considerar planetas y demasiado pequeña para sostener las reacciones nucleares que definen a las estrellas.

 

A medida que las enanas marrones envejecen, se enfrían y su brillo en diferentes longitudes de onda cambia. En ese sentido, su conducta no es muy diferente de cómo algunos metales, cuando están muy calientes, pasan de ostentar un color blanco brillante a lucir un rojo intenso a medida que se enfrían. Una extraña enana marrón, llamada WISEA J153429.75-104303.3, divisada por vez primera por el telescopio espacial NEOWISE de la NASA, lanzado en 2009 bajo el nombre de WISE, desconcertó a la comunidad científica porque brillaba poco en ciertas longitudes de onda, lo que sugería que era muy fría (y vieja), pero brillaba mucho en otras, algo, esto último, que indicaba una temperatura muy superior a la que debería tener a juzgar por el escaso brillo en las longitudes de onda antedichas.

 

Después de llevar a cabo nuevas observaciones, realizar muchos análisis de datos y descartar numerosas hipótesis, el equipo de Federico Marocco, astrofísico del Centro de Procesamiento y Análisis Infrarrojo (IPAC) que la NASA tiene en el Instituto Tecnológico de California (Caltech), en Estados Unidos todas estas instituciones, ha llegado a la conclusión de que la única explicación plausible para la extraña naturaleza de esta enana marrón es que se trate de un astro extremadamente antiguo, de entre diez mil millones de años y trece mil millones, al menos el doble de la edad media de las demás enanas marrones conocidas. Las lecturas contradictorias no lo serían si la composición del astro cuenta con porcentajes inusuales de determinados elementos y sustancias. Inusuales para los criterios del universo actual, pero típicos para un objeto formado en la infancia del universo.

 

Una vez determinada la distancia del objeto a la Tierra (unos 50 años-luz), el equipo se dio cuenta de que surca el espacio con suma rapidez: a unos 800.000 kilómetros por hora. Esta velocidad es muy superior a la del resto de enanas marrones conocidas a esta distancia de la Tierra, lo que significa que probablemente ha estado dando vueltas en torno al centro de la galaxia durante mucho tiempo, encontrando objetos masivos que con su gravedad la han ido acelerando.

 

WISEA J153429.75-104303.3 fue descubierta por Dan Caselden, un voluntario de lo que se conoce como ciencia ciudadana. Esta consiste en la participación del público aportando trabajo en una investigación científica. Las instituciones que se nutren de este voluntariado pasan a disponer así de una fuerza laboral que de otro modo difícilmente tendrían y, por otra parte, esta colaboración permite al público tener la satisfacción de poder hacer contribuciones valiosas a la ciencia sin poseer necesariamente conocimientos técnicos sobre el tema. Caselden hizo el hallazgo mientras estaba empleando un programa para encontrar enanas marrones en los datos recolectados por el NEOWISE.

 

Noticias

Síguenos en redes