Una pugna entre robots bajo tierra termina con un ganador

Redacción

En el certamen Subterranean Challenge, varios equipos de robotistas han competido entre sí mediante sus robots, a través de varias fases en fechas distintas. La meta de la larga competición era completar retos subterráneos con un nivel de dificultad creciente, demostrando sobre todo la capacidad de exploración. Este certamen lo organizó la DARPA (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa, dependiente del Departamento de Defensa de Estados Unidos).

 

La etapa final ha terminado y el equipo ganador es el CERBERUS, dirigido por Kostas Alexis, ahora en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología y antes en la Universidad de Nevada en Reno, Estados Unidos. Durante su época en Estados Unidos, Alexis recibió el apoyo de la DARPA y entró con su equipo en la competición. Este equipo cuenta con robotistas de instituciones estadounidenses y con otros de instituciones de otros países. El éxito logrado por el equipo CERBERUS es una buena demostración del gran potencial de la colaboración internacional.

 

Otros miembros del equipo son Eelke Folmer de la Universidad de Nevada en Reno, Marco Hutter y Roland Siegwart del Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zúrich (ETH), Mark Mueller de la Universidad de California en Berkeley, Maurice Fallon de la Universidad de Oxford en el Reino Unido, Adrien Briod de la empresa suiza Flyability y varios directivos de la corporación estadounidense Sierra Nevada.

 

El premio para el equipo ganador es de dos millones de dólares.

 

El nivel de rivalidad fue muy alto, con participantes en el último asalto que son gigantes de la robótica: el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), la Universidad Carnegie Mellon, la CSIRO (la agencia nacional australiana de ciencia), el Instituto Tecnológico de Georgia (Georgia Tech) y la Universidad de Colorado.

 

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Uno de los robots del equipo ganador. Este robot, desarrollado en el Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zúrich, fue decisivo para la victoria. (Foto: Team CERBERUS. CC BY)

 

En la ronda final de la competición, los robots tuvieron que investigar túneles, y localizar objetos, entre otras tareas.

 

Toda la competición se desarrolló en escenarios que imitaban instalaciones subterráneas o cuevas naturales. Los robots también tuvieron que enfrentarse a retos adicionales, como el terreno abrupto y el humo.

 

El proyecto tardó tres años en completarse. Durante ese tiempo, el equipo CERBERUS creó un equipo completo de robots, tanto con patas como aéreos, capaces de explorar diversos entornos subterráneos.