Por Vianey Denicia
El proceso de cambio y transformación digital en casi todos los sectores que ha provocado la pandemia se ha visto acelerado. A medida que el mundo camina despacio pero a su vez constante a la etapa de su recuperación, también hemos visto y constatado los cambios causados por la pandemia en el comportamiento de los consumidores, el cual me atrevo a pensar que probablemente permanecerá para siempre. El cuestionamiento es: ¿En qué oportunidades deberían centrar sus esfuerzos los emprendedores en su camino hacia la recuperación y adaptarse a los nuevos comportamientos de los consumidores utilizando herramientas digitales?
Considero en primer lugar que la economía digital ya juega un papel importante y éste cada día se irá desarrollando más para la recuperación de la economía global después de la pandemia. Como se refleja en la economía en China, la cual es un ecosistema construido sobre la economía digital y es resistente, ágil y capaz de adaptarse rápidamente al cambio.
Este tipo de economía representa una desviación del modelo de negocio tradicional. Los servicios digitales en los que la sociedad confió durante el brote, como los mercados en línea, los pagos sin efectivo, la entrega sin contacto y las transmisiones en directo seguramente se generalicen. Al construir un ecosistema, los emprendedores deben adoptar un enfoque de plataforma que permita a múltiples agentes resolver problemas juntos.
En segundo lugar la capacidad de construir nuevos sistemas desde cero podrían acelerar el auge de las PYME y colocarlas en una posición más ventajosa en la recuperación económica posterior a la COVID-19. Esto presenta grandes oportunidades para emprendedores, por ello urge alentar a la capacitación. Aquellos que aprovechan la tecnología digital no solo están en condiciones de adaptar sus propios negocios para enfrentar a nuevos desafíos, sino también ayudar a otros y liderar a la nueva recuperación.
Los beneficios de la economía digital también verán cómo un espíritu empresarial masivo estimula la movilidad social, y habrá una mayor participación económica de las poblaciones marginadas.
La experiencia de algunas empresas ha demostrado cómo la economía digital puede ser fundamental para iniciar nuevas oportunidades e impulsar el crecimiento inclusivo, ya que ha creado más de 40 millones de oportunidades de trabajo directas e indirectas en China, país al que me referí anteriormente como ejemplo, y permite el funcionamiento de decenas de millones de PYME y nuevas empresas a través de sus plataformas.
Las PYMES, son la columna vertebral de cualquier sociedad para la creación de empleo y la contribución económica. Son las pioneras del viaje para una recuperación económica a través de adoptar tecnologías digitales y darles acceso a sus clientes, socios y comunidad local que permita una oportunidad de sobrevivir y prosperar a largo plazo.
Pues bien, aunque es difícil predecir la recurrencia del virus y el impacto a largo plazo de esta pandemia, el futuro que imaginamos después de la misma debe contemplar a personas y empresas preparadas y capacitadas a través de la tecnología. Este es el nuevo mundo que tendremos que crear juntos, y ahora es el momento de hacerlo.
