Demian Márquez
De acuerdo con la tradición del día de muertos se celebra en concreto a quienes murieron en accidentes.
En la mayoría de los casos, los familiares colocan pequeñas cruces o altares, en los sitios donde ocurrieron estos siniestros, mismos que son visitados en esta fecha, para la colocación de una pequeña ofrenda en su memoria.
Un sitio donde pueden encontrarse gran cantidad de estos pequeños mausoleos es a las orillas de la autopista Tlaxcala-San Martín, misma que ha recibido el sobrenombre de “autopista se la muerte”, debido a los cientos de accidentes de tránsito que se han registrado desde su apertura en septiembre de 1991.
Por otra parte, podemos encontrar en sitios como el boulevard Guillermo Valle, un pequeño recordatorio de una de las muchas víctimas de accidentes automovilísticos, como es el caso de las bicicletas blancas.
Estás son colocadas en memoria de los ciclistas que han muerto o han sido atropellados en la calle, cuando eso ocurre, una bicicleta es pintada de blanco y colocada en algún lugar cerca del accidente, acompañada de una pequeña placa.
En este caso particular, este homenaje fue debido al deceso de un conocido fotógrafo el cual falleció en un accidente en mayo del 2018, por lo que amigos y compañeros colocaron la bicicleta, como un símbolo para concientizar a autoridades y ciudadanos en general.
De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el 2020 se registraron alrededor de 376 casos de personas que fallecieron en algún accidente en Tlaxcala.
Para honrar a los fallecidos, familiares y amigos suelen colocar durante estas fechas, una pequeña ofrenda, en su mayoría flores y velas debido a los lugares donde se encuentran las cruces, altares o pequeños mausoleos.
Y de esta manera, es que estos lugares donde en algún momento suscitó la tragedia, una vez al año son iluminados como un recordatorio sobre la fragilidad de la vida, y como en un instante esta misma puede terminar.
