Mineros de hace siete mil años

Redacción

 

Casa Montero es una mina de sílex cuya explotación se remonta a los inicios del Neolítico (hace algo más de 7.000 años). Está situada en España, concretamente en el distrito de Vicálvaro del Término Municipal de Madrid, y es uno de los yacimientos arqueológicos de este tipo más interesantes estudiados a fondo.

 

Una investigación reciente ha revelado una compleja organización de los mineros neolíticos de Casa Montero.

 

El estudio lo ha realizado Nuria Castañeda, investigadora del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) en España.

 

Los resultados del estudio revelan cómo, hace unos 7.000 años, comunidades neolíticas organizaban su trabajo en torno a esa mina de sílex. Lo descubierto indica que las tres actividades principales en torno a la mina (extracción de sílex, producción de láminas y aprendizaje de los más jóvenes) tenían lugar armónicamente sin entrar en conflicto por el uso de la misma materia prima. El entorno de esta mina estuvo dominado por un complejo sistema neolítico de organización social.

 

De acuerdo con el estudio, la escasa densidad de población en el Neolítico antiguo del interior peninsular hacía necesaria la reunión de los grupos seminómadas en la mina, para poder explotarla e intercambiar ideas y conocimientos. Así, el aprendizaje de las nuevas generaciones aseguraba la supervivencia de las primeras comunidades neolíticas en el interior peninsular.

 

La investigación se basa en el análisis de 822 piezas en las que se observan tres niveles de destreza en la talla del sílex: experto, aprendiz avanzado y aprendiz inicial.

 

Los criterios para identificar estos niveles se basaron en la presencia de diferentes tipos de errores técnicos. Mediante un análisis factorial de correspondencias múltiple (AFCM), Castañeda analizó la relación entre los diferentes niveles de destreza observados y el tipo de roca inicial sobre la que se tallaba, incluyendo la variedad de sílex usada, su calidad y su origen (si procedía directamente de la mina o era un reciclaje de restos de talla).

 

“El sistema organizativo de la mina era una especie de red en la que el aprendizaje de talla se interrelacionaba armónicamente con la producción de láminas y el aprendizaje de los más jóvenes”, explica la investigadora.

 

Estos resultados son importantes ya que es la primera vez que se analiza un proceso prehistórico técnico-minero desde este punto de vista en relación con el aprendizaje de las generaciones futuras.

 

“Esta forma de analizar los procesos mineros y de aprendizaje de talla puede aplicarse a otros contextos arqueológicos similares, para comprobar si existen modelos diferentes de organización y transmisión del conocimiento en distintos momentos cronológicos y lugares”, asegura la autora.

 

Casa Montero era un centro de producción de láminas de sílex, las cuales eran usadas como hoces por las primeras comunidades neolíticas al interior de la península. Pero sobre todo era un centro de transmisión del conocimiento, favorecido por las reuniones de pequeños grupos que tenían lugar en los eventos mineros.

 

“Todos los miembros de estas comunidades acudían a la mina —argumenta Castañeda—, donde los niños y jóvenes obtenían conocimiento, experiencias sociales y materia prima. De la producción de hoces obtenían los restos de la producción, experiencia y conocimiento técnicos. Los miembros más jóvenes ofrecían ayuda como mano de obra en la extracción de sílex, garantizando la continuidad del sistema en el futuro al aprender a tallar”.

 

Según demuestra el trabajo, la coexistencia de las tres actividades —extracción de sílex, producción de láminas y aprendizaje de los más jóvenes— se explica como estrategia que solventaba los dos problemas principales del aprendizaje de talla: las restricciones en el acceso a la materia prima y la necesidad natural de motivación para aprender.

 

“En el primer caso, los aprendices utilizaban el sílex descartado en la producción principal de láminas de sílex, lo que impedía la competencia de los talladores expertos y los novatos por el mismo material”, detalla la investigadora.

 

“En el segundo caso —añade— la inclusión de los jóvenes en las tareas de producción cada vez con mayor responsabilidad, según van aprendiendo, junto al acceso progresivo a sílex de una mejor calidad para tallar, permitía un mejor aprendizaje y su inclusión como miembros de completo derecho de su comunidad.

 

El estudio se titula “An Operative Sequences Network: The Technical Organization at Casa Montero Early Neolithic Flint Mine (Madrid, Spain)”. Y se ha publicado en la revista académica Open Archaeology.

 

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