Cientos de miles, por justicia climática

Redacción

En el Día Mundial por la Justicia Climática, cientos de miles de personas en casi todos los continentes marcharon para exigir más acciones contra el calentamiento global.

Sólo en Glasgow, al margen de la COP26, hubo 100 mil asistentes a las concentraciones, a pesar de las ráfagas de lluvia, según los organizadores. Las autoridades escocesas no dieron una cifra oficial. “Cientos de miles en todo el mundo (…) mandaron una clara señal a los que están en el poder”, tuiteó la activista sueca Greta Thunberg, que no participó en esta ocasión, tras haber liderado a los jóvenes el día anterior. La policía arrestó a 21 científicos que se encadenaron y bloquearon un puente de carretera sobre el río Clyde.

La COP26 reúne en Glasgow a miles de representantes de casi 200 países hasta el 12 de noviembre, con la responsabilidad de imponer nuevas metas contra el cambio climático. Se informó que hubo alrededor de 100 manifestaciones sobre el cambio climático en otras partes del Reino Unido, mientras que los eventos también se llevaron a cabo en otros 100 países, incluidos Kenia, Turquía, Francia, Brasil, Australia y Canadá.

Los asistentes condenaron a líderes del gobierno de todo el mundo porque las conversaciones climáticas hasta el momento no han logrado generar la rápida acción necesaria. “Aquí estamos todos marchando no sólo por nosotros, por los animales, por el mundo vegetal, por todo lo espiritual. Las estrellas acompañan hoy este camino (…). No hay fronteras, no hay religiones, no hay colores. Somos todos una gran familia, la familia humana”, declaró el mapuche chileno Calfín Lafkenche al inicio de la marcha.

La protesta arrancó en Kelvingrove Park a las 12:00 horas locales (misma ahora GMT), en las proximidades del recinto donde se celebra la COP26. En paralelo, el activismo climático había convocado réplicas de la protesta en 200 puntos del mundo, desde Seúl a Río de Janeiro, pasando por Manila, Ciudad de México, Lisboa, Los Ángeles y Nairobi.

En Seúl, 500 personas pidieron acciones concretas en un país que cubre en gran medida sus necesidades energéticas con la importación de carbón. “Tenemos estas conversaciones, pero no hay políticas para realmente respaldarlas”, dijo Daze Aghaji, un participante de Londres que gritaba sobre el constante golpeteo de los tambores.

“Además de eso, las personas reales deberían estar en la sala”, añadió, una referencia a las quejas de la participación extremadamente limitada del público en la cumbre de Glasgow.

Los manifestantes sostenían carteles con mensajes como: “Código rojo para la humanidad”, “Detengan a los grandes contaminantes”, “COP26, te estamos observando” o, simplemente, “Estoy molesto”.

Megan McClellan, de 24 años, de Glasgow, dijo que dudaba que los negociadores estuvieran escuchando. Elizabeth May, miembro del Parlamento canadiense y participante en 16 ocasiones en las conversaciones sobre el clima de la ONU, se unió a los manifestantes de Glasgow.

El presidente de la cumbre, Alok Sharma, dijo a los periodistas que comprendía la frustración de los manifestantes. En el centro de Londres, las personas marcharon desde el Banco de Inglaterra hasta Trafalgar Square. En Estambul, los manifestantes climáticos llevaron a sus hijos a la protesta del sábado. “Quiero que mis hijos vivan en un hermoso planeta en el futuro”, declaró Kadriye Basut, de 52 años, en esa ciudad.

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