Rogelio Sánchez

Al rededor del 55 por ciento de 108 Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) municipales entre los estados de Tlaxcala y Puebla se encuentran inoperables pese a que estas recibieron una millonaria inversión para mejora de la cuenca del Río Atoyac – Zahuapan, así lo sugiere una reciente investigación elaborada por Grupo Reforma.

El monto de pérdidas asciende a casi 222 millones 478 mil pesos en proyectos que no se llevaron a cabo en 60 plantas de tratamiento de aguas Residuales y que se encuentran fuera de funcionamiento; la investigación sugiere que entre 2004 y 2021 se registró un gasto de 524 millones 193 mil pesos para la construcción y rehabilitación de plantas.

Actualmente sólo 48 de las PTAR entre ambos estados se encuentran funcionales y el resto resultaron en abandono ya sea por la falta de pago al servicio de energía eléctrica con deudas de hasta 50 mil pesos, como el caso de la planta de Santa Clara Ozumba, saqueadas o incluso siendo operadas por empresas fantasma.

De estas, tres plantas de Tlaxcala se encuentran en las peores condiciones:

San Miguel La Presa, localizada en el municipio de Ixtacuixtla, edificada en 2011 que actualmente se encuentra cubierta por la vegetación y las aguas residuales que circulan de forma superficial desembocando en una barranca. Sus instalaciones con paneles solares fueron saqueadas.

San Diego Xocoyucan, también localizada en Ixtacuixtla, construida en 2008: “Vecinos aseguran que el gobierno municipal cubrió la planta para que en el predio donde se localizaba se instale una cancha de fútbol. En el sitio quedan los escombros de lo que eran las instalaciones.

San Rafael Tenanyecac, localizada en Nativitas, la cual recibió al rededor de 661 mil pesos, la planta localizada a un costado del afluente del río Atoyac se encuentra abandonada y cubierta de hierbajos. Dicha investigación señala que la propia Secretaría de Obras Públicas, Desarrollo y Vivienda (Secoduvi), otorgó un contrato de 55 millones de pesos a la empresa Evicsa Construcciones S.A. de C.V., a la planta intermunicipal de Nativitas, obra que fue ejecutada, no obstante se encuentra fuera de funcionamiento.

Del mismo modo se dio a conocer que en Tlaxcala se realizó la inversión de 20 millones de pesos para la PTAR de Panotla para su rehabilitación, sin embargo, pese a sus instalaciones recién renovadas, se encuentra sin operar, mismo caso para la planta localizada en San Tadeo Huiloapan, donde se invirtió al rededor de 524 mil 284 pesos, empero, continúa fuera de funcionamiento.

Asimismo se mencionan pérdidas millonarias en presas de Huiloapan (520 mil pesos), Villa Alta en Tepetititla (10 millones de pesos en primera etapa y 22.46 millones de pesos en segunda fase), Tlaxco (1.09 millones de pesos), más la presa de Xicohtzinco (1.16 millones de pesos).

Como lo ha señalado en diversas ocasiones, la directora del Centro “Fray Julián Garcés, Derechos Humanos y Desarrollo Local”, Alejandra Méndez Serrano, la gravedad de la corrupción en plantas de tratamiento deriva en una alerta mayor en la contaminación de las zonas más cercanas al afluente de los ríos Atoyac y Zahuapan, pues los contaminantes que arrastran las aguas son un problema de salud pública, afectando a la población con incremento de casos por cáncer y enfermedades renales.