Alonso Camarillo

En Ixtacuixtla, Tlaxcala, se encuentra la empresa transnacional Alemana “Bayer”, cuyos ingresos ascienden a poco más de 43 mil 500 millones de euros anuales y ganancias por 1.6 millones de euros, así como da empleo a más de 103 mil personas en el mundo, incluida la planta de Tlaxcala.

Sin embargo, esta es una de las empresas señaladas en el informe de Empresas Transnacionales y Libre comercio en México, Caravana sobre los Impactos Socioambientales “ToxiTour México”, como responsable de diversos casos de contaminación ambiental en el país desde 1958.

En Tlaxcala, Bayer produce “soluciones agrícolas biológicas”, es decir fertilizantes; la planta está conectada al drenaje municipal de Ixtacuixtla: “trasladando de esta forma la responsabilidad de sus residuos a las autoridades locales”.

A pesar de estar señalada dentro de la recomendación 10/2017, en el apartado dedicado a la cuenca del Atoyac-Zahuapan, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH): “encontró negligencia por parte del gobierno local en el control y tratamiento de los vertidos industriales en la región”.

De acuerdo con el informe: “Las autoridades locales no cuentan con los recursos y tecnología necesarios para tratar las toxinas presentes en el río, algunas de las cuales han sido prohibidas en la Unión Europea”.

Bayer no sólo se ha visto involucrada en casos de impacto medioambiental en México, también en Brasil con la contaminación de aguas subterráneas con plaguicidas prohibidos en la UE, y de alta peligrosidad; también en la India ha sido denunciada por el traslado de Natvio 75 WG, químico que implica altos riesgos para la salud, mismo que no fue etiquetado de forma correcta a su llegada a dicho país.

No obstante, la planta en Ixtacuixtla continúa operando y forma parte de las 20 mil empresas activas en el corredor industrial de la Cuenca Atoyac-Zahuapan, donde se han identificado casos de cáncer y enfermedades renales.