Sonia Juárez y su búsqueda del conocimiento a través del arte

Alejandro Muñoz Romero

Baudelaire dice que lo bello es sorprendente, y Marcel Proust cuenta que cualquier pintura original siempre nos parecerá alambicada y fatigosa al principio. Es decir, son posturas diferentes, pero cada una es un paradigma importante de la vanguardia: la ininteligibilidad, es decir, la ruptura formal, la creación de nuevos lenguajes provocan extrañeza y desconcierto.

Esta breve reflexión nace a partir de admirar la obra reciente de Sonia Juárez Domínguez, quien nació en la Ciudad de Tlaxcala en el año de 1959, de profesión Médico Veterinario Zootecnista que estudio en la UAM Xochimilco, y que a través de ese camino paralelo en el amor a los animales que han marcado su trayectoria pictórica. Su primer encuentro e inspiración hacia las artes nació en el núcleo de su familia a través de su madre, quien la llevaba a museos, exposiciones y le inscribió en clases de pintura con maestros particulares.

En el mismo tenor, la maestra Sonia llevo a su hija a clases particulares en el año de 1990, año en que realiza una transición hacia las artes como su actividad preponderante. Tomando clases con maestros particulares de La Esmeralda y de Casa de Cultura “Jesús Reyes Heroles” en Coyoacán, Ciudad de México.

En 2003 regresa a Tlaxcala, donde continua en su aprendizaje y adiestramiento en diversas técnicas como lo son: Talla en madera, cerámica, pintura, y cartonería en el ISSSTE e ITC. Posteriormente en el Centro Dante Alighieri, se capacita en imprimaturas.

Y desde ese año a la fecha en la Universidad Autónoma de Tlaxcala toma diplomados en artes plásticas con los maestros Ofelia y Alfredo Márquez Domínguez.

De 2006 a 2009 participo en el Premio Tlaxcala dando resultados favorables, siendo sus obras seleccionadas para las exposiciones itinerantes en conjunto con primeros lugares, menciones honorificas y artistas seleccionados.

A medida que su actividad artística avanzaba, recibe la convocatoria para participar en Jardín del Arte de Tlaxcala en 2005, del cual es Socia Fundadora y en dos periodos consecutivos fue Coordinadora de este colectivo de Artistas Plásticos.

En su pintura hay una evolución constante, ya que sus lienzos se vuelven retratos de sus vivencias, que transmitió del 2003 al 2011 a nuevas generaciones dando clases a jóvenes de secundaria y bachillerato en el Instituto Salvador Allende de Tlaxcala.

Sus obras no responden a un entramado artificial, por más calculo intuitivo que haya en ellas, sino que representan como la condensación de una experiencia en el cuidado a los animales, que son un tema recurrente en su producción, transmitiendo el amor y cuidado que debemos de tener hacia ellos. Así como ellos nos dan su amor, fidelidad, ternura y paciencia; cualidades que son necesarias en el manejo del pincel para expresar sentimientos y emociones en el lienzo.

Su obra actual tiene el valor añadido del proceso de su composición, hasta las sutiles figuraciones que aparecen en los detalles más precisos de su obra. La riqueza de matices, temas y técnicas que se agolpa en este conjunto de obras es el resultado de una madurez, y que es el punto de encuentro entre los lienzos y el espectador; que, en el encuentro con la creadora, se adentra a un conocimiento más profundo del sentido de cada pieza y la interpretación individual, momento en el que surge la retroalimentación que es de vital importancia para que las obras puedan existir.

Por otra parte, en su obra podríamos decir, que el principio fundamental es nunca dejar de estudiar, de aprender, de conservar la curiosidad y no dejar de hacer preguntas. Con esta visión mística y visionaria, que ha atravesado las lindes del espacio convencional, abandonando no solo las coordenadas comunes, sino también tomando el valor de hacer trascender sus sentimientos y lo que la mueve en la vida. Porque hay algunos cuadros excelentes, que efectivamente no sólo son bellos, o técnicamente envidiables, sino que hacen correr la imaginación, eso es lo que Matisse, llamaría poesía pura…

De esta manera, se puede afirmar que las pinturas de Sonia son uno de sus proyectos principales que la motivan a continuar con su aprendizaje, más exposiciones y continuar fortaleciendo al Jardín del Arte de Tlaxcala que irradia pintura concreta en una experiencia estética y poética.

Uno de los mensajes que Zonya desea transmitir con sus obras es: “Hacer a un lado “el no puedo”, que no se justifica en la creación, siempre se deben de hacer las cosas, aun cuando nos equivoquemos, también ahí habrá aprendizaje, porque todos podemos cuando nos lo proponemos”.

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