Los franceses eligen presidente: “Voto con la cabeza, no con el corazón, y cruzando los dedos”

Redacción

Votar este domingo en la escuela François Dolto de Aubervilliers, en las afueras de París, es fácil y rápido. No hay colas en este día primaveral y de comienzo de las vacaciones escolares en Francia en que los franceses están llamados a elegir entre el centrista Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen que gobernar los próximos cinco años. Ninguno de los dos candidatos finalistas fue la primera opción de la mayoría de los que este domingo vienen a votar a este colegio de primaria en el centro de esta comuna de 83.000 habitantes a las puertas de la capital francesa.

A las 12.00, la participación era de 26,41%, un punto más que hace dos semanas, pero por debajo del 28,23% de la segunda vuelta de 2017 (a la misma hora) que también enfrentó a Macron y Le Pen. No son datos necesariamente indicativos. En 2002, cuando Francia fue llamada por primera vez a hacer un cordón sanitario contra la extrema derecha que resultó en un nivel alto de participación al final de la jornada, este, al mediodía, era más bajo que este domingo (26,19%).

Aubervilliers, como todo el departamento periférico de Seine-Saint-Denis, es territorio mélenchonista, un lugar donde arrasó el líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que quedó tercero en la primera vuelta presidencial. Los 7,7 millones de votos que recibió el 10 de abril podrían ser decisivos dos semanas más tarde, en unas elecciones a las que la extrema derecha llega más fuerte que nunca y donde la abstención puede volver a hacer inclinar la balanza.

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