Liliana Rodríguez, hija mayor de “El Puma”, habló su adicción al alcohol y los problemas con su padre

La hija mayor de “El Puma”, Liliana Rodríguez, abrió su corazón y reveló algunos de los secretos más dolorosos que guarda, por ejemplo, el por qué cayó en el alcoholismo y la mala relación que lleva con su padre, todo esto durante una charla que sostuvo con Carlos Mesber, para el programa ¡Siéntese Quien Pueda!

Entre los momentos difíciles que pasó con su padre, Liliana recordó que, cuando el cantante estaba por entrar al quirófano para recibir un doble trasplante de pulmón, no buscó arreglar las cosas con su familia, algo que la afectó significativamente.

“Recuerdo que no manejé muy bien el renacer de mi papá, no lo tomé muy bien porque no podía entender en mi cabeza que se podía morir y no nos buscó, no nos quiere para nada, eso fue muy duro. Ya Dios me ayudó a sanar, ya tomé mi posición y tengo que dejar a Dios ser Dios, porque ya hicimos lo humanamente posible”, dijo. Si algo le ha dolido a la artista, asegura, son los constantes desprecios que ha recibido por parte de su famoso padre, como quedarse dos horas afuera de su casa con el deseo de verlo y que no saliera, situaciones que la hicieron excederse en su manera de beber y terminaron por arruinar su matrimonio.

“Yo toqué fondo cuando él (mi exesposo) me dijo: ‘ya no puedo seguir viviendo contigo’, me consideraba una mujer fuerte y sin embargo me deshice, toque fondo y me dediqué a beber, porque fue algo que no esperé de parte de él”, agregó

Liliana aseguró peleó y defendió su matrimonio, y aunque al final no pudo salvarlo, no culpa del todo a su ex, pues reconoce que ella no pasaba por un buen momento y eso fue alejando a su pareja.

“Me dediqué a beber, me aparté de Dios; cuando necesité mi figura paterna la busqué y no la encontré, así que me corte la yugular y me dije: ‘si no me quiere mi papá y tampoco mi esposo, entonces el problema soy yo, el defecto lo tengo yo”.

Rodríguez reveló que las personas que la salvaron de un final seguro fueron su madre y su hija Galilea, pues se dio cuenta que tenía que ser un buen ejemplo para su ella y una buena compañera para su madre, por eso se dejó guiar por Dios para comenzar una buena vida.

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