Por Alfredo La Mont III

(OTRA)

Cuáles son las más grandes ventajas que tiene la Inteligencia Artificial sobre los humanos?



R. Hay dos habilidades particularmente importantes y no humanas que la IA posee: la capacidad de conectividad y actualización. Dado que los humanos son individuos, es difícil conectarlos entre sí y asegurarse de que todos estén actualizados. Por el contrario, los ordenadores no son individuos, y es fácil integrarlos en una sola red flexible. Lo que es tu cara no es un reemplazo de millones de trabajadores humanos individuales por millones de robots y computadoras individuales, sino más bien individuales. Es probable que los humanos sean reemplazados por un netwerk integrado.

Los desafíos para un hombre se basan en: ¿cómo podría un ordenador entender el espíritu humano divinamente creado? Un conductor prediciendo las intenciones de un peatón, un banquero evaluando la credibilidad de un posible prestatario así como la mayor medida del estado de ánimo en la mesa de negociación no dependen de la brujería. Sin que ellos lo supieran, sus cerebros hicieron un reconocimiento de patrones bioquímicos mediante el análisis de expresiones faciales, Tulsa, la voz, la mano, los movimientos e incluso los olores del cuerpo de las nutrias corporales que un equipo de IA con el censo correcto podría hacer eso de manera más precisa y confiable que un ser humano.

COMUNISTA

El gobierno actual populista pretende avanzar en materia de redes sociales. ¿No es éste un comunismo disfrazado?



R. No hay que caer en el error de etiquetar al comunismo con puro negativo.

A medida que se gastaban un círculo de libertad, la historia liberal también llegó a reconocer la importancia de los programas de bienestar al estilo comunista. La libertad no vale mucho sin que se combine con algún tipo de red de seguridad social.

El bien socialdemócrata para los estados combina la democracia y los derechos humanos que están patrocinados, la educación y la atención médica. Incluso el ultracapitalista Estados Unidos se ha dado cuenta de que la protección de la libertad requiere, al menos, algunos servicios de bienestar del gobierno. Los niños hambrientos no tienen libertades.



LA FALACIA

¿Cómo fuimos a caer en la falacia del consumismo desatado que vivimos; cómo evitar que los productos que compramos tengan una vida tan corta, no como antes, que las cosas duraban para siempre?



R. Hagamos un poco de historia y vayamos hasta la Gran Depresión, que también cambió la naturaleza misma del consumismo.

En esos tiempos, la economía necesitaba desesperadamente estímulo, y los bienes de consumo eran una forma de hacerlo. Fue alrededor de este periodo que el peso pesado de publicidad Earnest Elmo Calkins estableció una estrategia de venta que llegó a definir los hábitos de compra para el próximo siglo: “Ingeniería del consumidor” o cómo los anunciantes y diseñadores podrían crear artificialmente demanda, a menudo haciendo que los objetos más antiguos parecieran indeseables.

A menudo se acredita al corredor de bienes raíces Bernard London por acuñar este proceso como “obsolescencia planificada” a través de su documento de 1932 que sugería que el gobierno arrendaría la vida de los productos. Fue entonces cuando los productos manufacturados comenzaron a hacerse en temporada para los ciclos y la moda.