HIDROPLANEO

¿Cómo debemos manejar cuando vemos los grandes charcos y vías anegadas que nos esperan este verano en esta pobre y agotada ciudad?

R. Para muchos, desgraciadamente, estas fuertes lluvias no parecen muy importantes, pero hay algunos problemas potenciales para los que es muy recomendable prepararnos. Uno es la visibilidad: en un aguacero lo suficientemente fuerte, es posible que sus limpiaparabrisas no puedan mantener el parabrisas despejado, incluso en su configuración más rápida. Si esto le sucede mejor párese hasta que lo peor haya terminado.

El otro problema es que puede hacer hidroplaneo. Esto es lo que sucede cuando una capa de agua se acumula en la carretera, a menudo rematada con una capa de aceite. (las carreteras de asfalto tienden a “sangrar” una sustancia aceitosa en climas cálidos, que luego se asienta en la parte superior y se acumula durante todo el año). Una situación de hidroplano es cuando puede perder tracción, lo que resulta en un deslizamiento. Si esto le sucede disminuya la velocidad, pero no golpee los frenos. Maneje como si estuviera en una pista de hielo. Y si se da cuenta de que seguido le sucede a lo mejor es una señal de que necesita llantas nuevas.

LA ESTUPIDEZ Y LA MALDAD

Don Alfred, platíqueme, ¿qué piensa que es peor, la estupidez o la maldad? Con frecuencia me encuentro en discusiones sobre el tema, deme su opinión desapasionada.

R. Es difícil decir qué es peor entre la estupidez y la maldad, ya que ambos son rasgos negativos con diferentes implicaciones.

La estupidez a menudo se asocia con una falta de conocimiento o inteligencia, lo que puede conducir a una mala toma de decisiones y a la falta de reconocimiento de las consecuencias. Si bien puede ser frustrante y problemática, no es necesariamente intencional, y se puede corregir a través de la educación y la formación.

El mal, por otro lado, suele implicar una intención deliberada de causar daño o sufrimiento a los demás. Puede ser alimentado por la malicia, la codicia, la ignorancia u otras motivaciones negativas, y a menudo implica una elección consciente de participar en un comportamiento dañino.

En muchos casos, el mal puede considerarse peor que la estupidez porque implica una elección deliberante de hacer daño. La estupidez se puede corregir a través de la educación, pero el mal requiere una solución más compleja que pueda implicar responsabilidad, castigo y rehabilitación.

Dicho esto, es importante reconocer que no todos los actos de maldad son cometidos por personas que son intencionalmente maliciosas.

A veces, las personas pueden tener un comportamiento dañino debido a una enfermedad mental, adicción u otros factores fuera de su control. Del mismo modo, no todos los actos de estupidez son inofensivos, y a veces pueden tener graves consecuencias.

En última instancia, es importante evaluar cada situación sobre sus propios méritos y considerar los factores específicos involucrados que incluyen la amplitud de las consecuencias de estas posiciones.