Tóxicos industriales vertidos y emitidos en la cuenca del Alto Atoyac provocan daños a la salud



M. Hernández

De acuerdo con integrantes de la Sociedad civil y, resaltaron que el Dr. Jorge Alcocer Varela, y el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías, dirigido por la Dra. María Elena Álvarez-Buylla Roces, presentaron el Plan Integral de Atención y Prevención de Daños a la Salud en la Región de Emergencia Sanitaria y Ambiental de la Cuenca del Alto Atoyac, Tlaxcala.

Así como el Primer informe estratégico para la comprensión de la problemática socioambiental de la región de emergencia sanitaria y ambiental de la cuenca del Alto Atoyac y recomendaciones para su atención integral.


En dónde, por segunda vez se da la razón a las comunidades afectadas respecto a que existe un vínculo entre la contaminación y la salud.

A través de la recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, CNDH/10-2017, se señaló que “La degradación del medio ambiente, el tratamiento inadecuado de las aguas residuales, el crecimiento desordenado de la industria, los métodos no seguros para la eliminación de los productos químicos y la gestión irresponsable del agua, influyen directamente en la calidad y productividad de los ecosistemas; así como en la salud humana en forma de mortalidad, morbilidad y bienestar”.

Ahora el informe presentado por el Conahcyt, mediante estudios científicos realizados en vinculación con integrantes de las comunidades asentadas en la Cuenca, nuevamente establece una relación entre la situación de contaminación de la Cuenca del Alto Atoyac y el estado de salud de las personas que viven.

“La evidencia científica presentada en este primer informe demuestra que estas altas tasas de incidencia y muerte son causadas por la exposición a tóxicos y procesos contaminantes de las industrias asentadas en la región.”

Por lo que esperan que, en los siguientes años, la información se amplíe respecto a las afectaciones a la salud y la causalidad respecto a los tóxicos industriales.

Respecto al Plan Integral de Atención y Prevención de Daños a la Salud, que coordinará la Secretaría de Salud Federal, consideran que puede ser un paso importante siempre y cuando el proceso de intervención y atención sostenga la perspectiva que vincula las enfermedades a las condiciones ambientales, vínculo que hasta ahora no ha querido reconocerse a nivel estatal.

“Otro elemento importante que debe incluirse en este Plan es una contraloría social y académica que permita observar y proponer mejoras a su implementación de tal manera que no se pierda de vista que se está interviniendo en una Región de Emergencia Sanitaria y Ambiental, y que se logre una atención de calidad para las personas que desafortunadamente hoy viven las consecuencias de décadas de industrialización no regulada”.

Finalmente, mencionaron que si el gobierno estatal de verdad reconoce los derechos humanos a la salud y al medio ambiente, como lo señaló en la presentación del Informe y el Plan, deberá por fin atender los problemas de la Cuenca del Alto Atoyac de manera integral.

Como parte de ello debe construir una nueva política de industrialización que rompa con las prácticas neoliberales implementadas hasta ahora, en las que la prioridad es la atracción desregulada de la industria, pues ahora es claro que esa desregulación profundizará los daños a la salud cargando los costos de atención a la salud al Estado, por lo cual se requiere que las industrias adopten nuevas prácticas en el control de sus emisiones y descargas de tóxicos ya sea al aire, al agua o al suelo.

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