Redacción
Quizás te dé igual, pero, lo más probable, es que te lo pienses dos veces.
Esta es al menos la teoría de un equipo de investigadores británicos, que tras analizar 14 estudios, concluyó que añadir a las etiquetas de los productos información precisa de cuánto ejercicio deberíamos hacer para quemar las calorías que contiene, nos haría tomar conciencia del costo energético de la comida.
Esta clase de etiquetas, sostienen los investigadores de la Universidad de Loughborough, ayudaría a que cada individuo elimine de su ingesta diaria alrededor de 200 calorías.

El objetivo final, dicen, es alentar a la gente a adoptar hábitos alimenticios más sanos y combatir la obesidad, un problema que ha ido en aumento en el mundo.
Y aunque 200 calorías no parezca mucho, dicen los científicos en la revista Journal of Epidemiology and Community Health, esto puede tener un impacto en los niveles de obesidad.
Calorías
- La cantidad de energía que una comida o bebida aporta se mide en calorías (kcal)
- Los hombres necesitan cerca de 2.500 kcal por día y las mujeres unas 2.000 kcal para que el su cuerpo pueda funcionar (desde respirar hasta correr)
- Consumir más calorías de las que se queman causa obesidad, porque el exceso de calorías se acumula en forma de grasa
- Incluso comer un poquito de más cada día suma
Conciencia
“Estamos interesados en distintas formas de hacer que el público tome buenas decisiones sobre lo que que come y también que sea más activo físicamente”, señaló Amanda Daley, autora principal del estudio.
Y etiquetar a los alimentos con “ejercicio por calorías” hace que sea más fácil entender qué estamos comiendo y nos estimula a elegir mejor.
Según Daley, mucha gente se quedará muy sorprendida cuando vea cuánto ejercicio físico se requiere para quemar las calorías de ciertos alimentos y golosinas.
“Sabemos que el público suele desestimar el número de calorías que contienen las comidas”, dice.

“Por ejemplo, si compras un muffin de chocolate y tiene 500 calorías, eso equivale a unos 50 minutos corriendo”.
“Se trata de educar al público de que cuando consume alimentos hay un costo energético, así pueden pensar: ‘¿Quiero pasar dos horas quemando esta torta de chocolate? ¿Vale realmente la pena?'”.
La Sociedad Real para la Salud Pública en Reino Unido, querría que esta forma de etiquetar alimentos pueda implementarse en el país lo más rápidamente posible, y dice que es una medida que muchos consumidores apreciarán.
“Este tipo de etiqueta pone realmente el consumo de calorías de un individuo en el contexto del gasto de energía, y saber cuán fuera de lugar podemos estar (en este sentido) explica en parte los niveles récord de obesidad que estamos viendo”.
“Pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia en el consumo de calorías y, en última instancia, en el aumento de peso”.
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