Nueva técnica de recuperación de ADN del suelo

Redacción

Unos investigadores de la Universidad McMaster han desarrollado una nueva técnica para extraer ADN antiguo del suelo, obteniendo genomas de cientos de animales y miles de plantas -muchos de ellos extinguidos desde hace mucho tiempo- de menos de un gramo de sedimento.

El método de extracción de ADN, descrito en la revista Quarternary Research, permite a los científicos reconstruir el cuadro más avanzado de los entornos que existían hace miles de años.

Los investigadores analizaron muestras de permafrost de cuatro lugares en el Yukón, cada uno representando diferentes puntos en la transición Pleistoceno-Haloceno, que ocurrió hace aproximadamente 11.000 años.

Esta transición supuso la extinción de un gran número de especies animales como mamuts, mastodontes y perezosos terrestres, y el nuevo proceso ha dado lugar a una nueva y sorprendente información sobre la forma en que se desarrollaron los acontecimientos, dicen los investigadores. Sugieren, por ejemplo, que el mamut lanudo sobrevivió mucho más tiempo del que se creía originalmente.

En las muestras del Yukón, encontraron los restos genéticos de un vasto conjunto de animales, incluyendo mamuts, caballos, bisontes, renos y miles de variedades de plantas, todo a partir de tan sólo 0,2 gramos de sedimento.

Los científicos determinaron que es probable que los mamuts lanudos y los caballos siguieran presentes en la región del Klondike del Yukón hace tan solo 9.700 años, miles de años más tarde de lo que habían sugerido las investigaciones anteriores en las que se utilizaron restos fosilizados.

“Que unos pocos gramos de tierra contengan el ADN de animales y plantas gigantes extintos de otro tiempo y lugar, permite un nuevo tipo de trabajo detectivesco para descubrir nuestro pasado congelado”, dice el genetista evolutivo Hendrik Poinar, autor principal del trabajo y director del Centro de ADN Antiguo McMaster. “Esta investigación nos permite maximizar la retención del ADN y afinar nuestra comprensión del cambio a través del tiempo, que incluye los eventos climáticos y las pautas de migración humana, sin restos preservados”.

La técnica resuelve un problema de larga duración para los científicos, que deben separar el ADN de otras sustancias mezcladas con el sedimento. El proceso ha requerido típicamente duros tratamientos que en realidad destruyeron gran parte del ADN utilizable que buscaban. Pero al utilizar la nueva combinación de estrategias de extracción, los investigadores de McMaster han demostrado que es posible preservar mucho más ADN que nunca.

“Todo el ADN de esos animales y plantas está encerrado en una pequeña mota de tierra”, explica Tyler Murchie, candidato al doctorado en el Departamento de Antropología y autor principal del estudio. “Los organismos están constantemente desprendiendo células a lo largo de sus vidas. Los humanos, por ejemplo, derraman unos 500 millones de células de la piel cada día. Gran parte de este material genético se degrada rápidamente, pero una pequeña fracción está protegida durante milenios a través de la unión de minerales sedimentarios y está ahí fuera esperando a que la recuperemos y la estudiemos. Ahora, podemos realizar algunas investigaciones notables recuperando una inmensa diversidad de ADN ambiental a partir de cantidades muy pequeñas de sedimento, y en ausencia total de cualquier tejido biológico superviviente”.

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