Alondra Cazares

El Informe Legislativo del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) 2019, detalla que los diputados no tienen la función legal de destinar parte del presupuesto de sus Estados en ayudas sociales, cosa que a los legisladores tlaxcaltecas poco les importó, pues para el ejercicio 2019 y el 2020 etiquetaron cantidades millonarias para la creación de programas asistenciales que ellos mismos ejecutarían, acción que los colocó como el tercer congreso más “dadivoso” de México.

El informe de IMCO expone que los diputados “no deben dar despensas, juguetes, ni ofrecer fiestas o ayudas económicas y tampoco construir obra pública”, sin embargo, en Tlaxcala en el ejercicio 2019, la 63 Legislatura ejerció un presupuesto de 404 millones 500 mil pesos que se aplicaron para la creación del fondo Fortalecimiento de Obras y Acciones a Municipios y el Fondo de Acciones para el Fortalecimiento al Campo, bautizados por la crítica social como “fondo moches”.

Cabe destacar que en la reciente aprobación del Presupuesto 2020, los diputados suprimieron el fondo para el campo que crearon en 2019 para aumentar los montos en obra de infraestructura en los municipios, etiquetando 486 millones 250 mil pesos; mismos que representan 82 millones adicionales a los que tuvieron acceso en 2019.

Por tal motivo, el informe 2019 expone que los legisladores locales ejercieron un 36 por ciento del presupuesto en apoyos que no les corresponden, solo por detrás de guerreo con 46 y Veracruz con igual porcentaje, 36.

De esta manera, para este año los diputados tlaxcaltecas seguirán ejerciendo el presupuesto de manera ilegal, pues para ejercer en obra pública cada diputado podrá disponer de un aproximado de 19 millones para “beneficiar” a los municipios de sus distritos con construcciones y pavimentaciones.