Se diversificó economía

Redacción

Casi un año después de la restricción de cruces hacia Estados Unidos, el impacto en la economía local no fue tan grave, puesto que gran parte de las operaciones transfronterizas tuvo que diversificarse en el lado juarense.

A Juárez no le fue mal, explica Alejandro Sandoval, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), quien asegura que, por ejemplo, en generación de empleos esta frontera superó al 2019 con más de 13 mil plazas laborales.

Pero sí le afectó de manera subsectorizada, ya que hubo negocios como restaurantes, hoteles y centros comerciales que tuvieron que cerrar sus puertas durante este tiempo, consideró.

Christian Salas es uno de los juarenses que, orillado por el cierre de los puentes internacionales, cambió de giro a la forma de ganarse la vida.

“Mi trabajo era ir y venir dos veces por semana trayendo carros del norte de Estados Unidos, de manera legal, cada seis meses. Tengo mi herramienta, mi material para trabajar, trabajadores, y al momento de cerrar me quitaron mi ingreso, mi trabajo a mí y a varias personas del equipo. Y como yo hay muchos”, contó.

Dijo que “el guardadito” que tenía se lo gastó en un par de meses, y luego pidió prestado para poner un negocio de paletas americanas que llevaba a domicilio, pero para esa actividad debía pagar también importaciones.

“Tuve que cambiar otra vez, ahora a trabajar con mi papá en una empresa de fletes de transporte, pero con sueldos muy inferiores a los que ganaba en Estados Unidos”, apuntó.

Ivonne Rodríguez, de profesión dentista, también afirma que con el cierre de los puentes tuvo una reducción significativa de pacientes estadounidenses que venían con cita desde El Paso, el norte de Texas, y Colorado.

Pero luego había temor de los clientes de venir a México por el cierre total de las fronteras”.

“Bajó tanto que me quedé como tres meses sin trabajar. Bajó bastante la consulta y el ingreso también”, indica. Y es que ahora trabaja casi con puros clientes de Juárez. “De 50 que venían de allá, ahora llegan 10”.

Sandoval asegura que la economía histórica de Juárez le ayudó a que el impacto no fuera tan grave.

“En Juárez no hay un PIB municipal para medir si hubo caída o no, pero sí tenemos otros indicadores como el empleo, y aquí sucede que cerramos el año pasado con 13 mil empleos más que en 2019”, indicó.

En contraparte, en El Paso, un estudio local refleja que sí hay una caída fuerte pero también una recuperación al final de año, que ciertamente los números de final de año no son tan buenos como 2019, pero la caída no es tan fuerte sobre todo en El Paso y Las Cruces, como en la recesión de 2001 y 2009, dijo Sandoval.

Recordó que la mecánica operativa o de flujos de dependencia económica de nuestra región era que El Paso dependía de Juárez en cierta medida sobre todo en los noventa, y Juárez depende de Estados Unidos integralmente principalmente en zonas manufactureras, y no tanto de México.

“Podría Estados Unidos moverse de un lado o para otro, pero si a Juárez le iba bien, a El Paso le iba bien, y podía México moverse para un lado o para otro, pero Juárez no dependía de México”, agregó.

Mientras que a esta frontera le afectó el cierre de hoteles, restaurantes, centros comerciales y deportivos, a El Paso no le fue tan mal en todos los servicios logísticos debido a la dinámica del sector maquilador, aunque al comercio del Centro les fue de la patada porque los juarenses dejamos de ir, mencionó.

La Encuesta Transfronteriza de Puentes Internacionales: Relaciones Sociales y Perfil de Gasto en El Paso-Ciudad Juárez, realizada entre octubre de 2019 y marzo de 2020 en la región, establece que 1 de cada 8 personas que vienen a Juárez desde Estados Unidos busca aquí servicios de salud, siendo el de los dentistas uno de los principales.

Hace evidente que cuando vienen, tienden a gastar el doble que los visitantes juarenses en restaurantes, mientras que, en el caso de hotelería, el estudio muestra que el 94 por ciento de los visitantes se queda con familiares cuando viene a Juárez y sólo un 6% usa hoteles.

Además, dos terceras partes de los visitantes permanecen un promedio de 29 horas del otro lado de la frontera.

La encuesta realizada por el Colegio de la Frontera Norte (Colef) indica que los juarenses cruzan principalmente para hacer compras con un 40.7 por ciento del total, seguido por un 16.9 por ciento por motivos de trabajo y 16.8 por ciento por motivos familiares o sociales.

El estudio es contundente al comprobar que más del 58 por ciento de las personas que va hacia El Paso son juarenses, en condiciones previas a la pandemia, y en otras proporciones personas de El Paso, Doña Ana y Chihuahua, mientras que del total de personas que cruzan, un 65 por ciento afirmó que iba a gastar dinero en El Paso, cuando se les hizo esa pregunta de si lo haría o no.

De las personas que dicen gastar en El Paso, el promedio de erogación en sus visitas es de 150 dólares en ropa. El mayor segundo gasto que hacen se da en el rubro de mercancías generales, es decir compras en Walmart o tiendas afines.

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