UNA PERSPECTIVA DE LOS APOYOS PARA EMPRENDEDORES

Por Vianey Denicia

Cuando se realiza un plan de negocio no basta tener una idea, es muy importante que se estructure y llevar a cabo un plan que proyecte el desarrollo y la ejecución del emprendimiento. Sin embargo esta tarea es compleja, lo que ocasiona que muchos empresarios novatos se hundan en el intento.

Para evitar eso es que existen incubadoras de negocios que brindan algunas herramientas que pueden impulsar el nacimiento de empresas, proporcionando la asistencia necesaria para crecer.

Una de las opciones más populares y de alta demanda entre empresarios principiantes son los apoyos de Gobierno.

Se trata de instrumentos financieros que buscan apoyar a las empresas, en particular a las de menor tamaño y a los emprendedores con el propósito de promover el desarrollo económico nacional, a través del otorgamiento de apoyos de carácter temporal a programas y proyectos que fomenten la creación, desarrollo, viabilidad, productividad, competitividad y sustentabilidad de las micro, pequeñas y medianas empresas.

Tras la pandemia por Covid-19 el Gobierno de México ha desarrollado algunos programas públicos con el objetivo de fomentar y apoyar a los empresarios en su recuperación. Si te encuentras en algún problema de capital, esta puede que no sea la mejor opción ya que comúnmente un crédito para Pymes ofrecido desde el sector público es tardado, riguroso y con montos muy bajos.

Así mismo el gobierno de López Obrador decidió terminar con las actividades del Inadem, pues según en su momento la Diputada del Morena  refirió que solo beneficiaba a unos cuantos, mientras que con el dictamen que se aprobó, a favor de las tandas y microcréditos, todos los emprendedores podrán acceder a los apoyos de manera transparente, con una administración que gaste menos y que será más eficiente este organismo de apoyo al emprendimiento de alto impacto. ¿Cómo afecta esto al ecosistema emprendedor? Las opiniones están divididas.

Desde la perspectiva de consultores y emprendedores, esta decisión afecta al ecosistema de emprendimiento, sobre todo al de alto impacto, que engloba a las empresas medianas en proceso de expansión o a las grandes de reciente creación, en proceso de consolidación.

Además de esto la desaparición del instituto al menos en Tlaxcala llevó a la ruina a las incubadoras y aceleradoras, que operaban con recursos del instituto. Sin duda el emprendimiento se ha visto afectado a nivel regional y las empresas tuvieron que ingeniárselas para encontrar apoyo en el sector privado. La falta de este organismo en nuestro Estado hizo que los emprendedores busquen alternativas, sumando esfuerzos y profesionalizándose para atraer a inversores.

El tema de emprendimiento no sólo es un tema de microcréditos, es importante que exista un organismo que, se llame como se llame, fomente el ecosistema emprendedor que tiene qué ver con muchas cosas más allá de hacerle llegar recursos financieros al emprendedor.

Aunque desaparezcan programas se debe continuar con el mecanismo articulador del ecosistema para evitar que se pierda la fuerza del pulso emprendedor en Tlaxcala y ahora solo nos queda una cosa por hacer: esperar que este organismo sea mucho más transparente, que identifique los proyectos de negocio con más valor y que siga apoyando con recursos y asesorías a los emprendedores, que busquen destacar con sus negocios en el mercado local, nacional e internacional.

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