Hay recuerdos por la ciudad entera

Redacción

Hoy se conmemoran cinco años desde que Alberto Aguilera Valadez terminó con la vida terrenal y se convirtió en leyenda. A México le dejó un gran legado musical y a Ciudad Juárez, su number one, una ciudad llena de recuerdos, espacios en donde hoy sus fanáticos, familiares y amigos se reunirán para mantener viva su presencia y celebrar 50 años de trayectoria.

Será a partir de la 11 de la mañana y hasta las 5 de la tarde, cuando el público fronterizo podrá acceder a la casa que resguarda en su interior la más grande promesa de amor del divo para su madre.

Museo Casa Victoria

De diseño extravagante, ubicada en el 356 de la avenida Lerdo, en la zona centro de Ciudad Juárez, la vivienda fue adquirida por el cantante al inicio de los ochenta, como un obsequio para la señora Victoria Valadez, quien al llegar a Ciudad Juárez a mediados de los cincuenta, trabajó en el servicio doméstico. En la actualidad el inmueble es el Museo Casa Victoria que administra Silvia Urquidi y el Patronato de Estudios Superiores de Chihuahua

“Mi mayor orgullo y logro, esculpir su escultura en Garibaldi para, la, posteridad. Él me la pidió y me dijo que los homenajes se hacían en vida. Que ya después de muerto para, que…… Recordándole a cinco años de su muerte Silvia Urquidi, dijo para El Diario que para ella es un honor y una promesa a cumplir, preservar el espacio para los juarenses, ya que para Alberto Aguilera, la propiedad tenía un gran valor sentimental.

La construcción es de estilo Art Nouveau fue un estilo de diseño que se hizo popular en Europa y los Estados Unidos a finales de los años 1880 y principios de los 1890, destacan sus columnas  de mármol en detalles dorados. Sobretodo en el área de la sala y el comedor, donde no sólo hay fotos del cantante de su álbum familiar, con amigos y artistas, en la mesa del comedor siempre hay un servicio de cubierto, copa con agua, semillas y dulces garapiñados que eran sus favoritos.

En la planta alta, en el espacio de la recamara principal, del finado Juan Gabriel conservan su escritorio, y su sillón predilecto, ya que utilizaba este espacio como despacho y sala para estar, a la cual le añadió una terraza. Al subir las escaleras, tapizadas de espejos, se aprecia una fotografía de mural en la que Juan Gabriel tenía 23 años.

El baño de la recamara principal está cubierto por diminutos mosaicos de espejo, al estilo de una esfera luminosa de discoteca Ahí mismo una caja fuerte en el closet donde hay alguna vez, el divo guardó dinero y documentos.

Llama la atención el poster de Rocío Dúrcal, autografiado de su puño y letra con una dedicatoria para Semejase, mismo que al pie de página tiene como firma el nombre de Marieta.

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