Enanas marrones ¿son estrellas o planetas?

Redacción

Las enanas marrones son objetos astronómicos con masas entre la de un planeta y la de una estrella. La cuestión de dónde se encuentra exactamente esa frontera de masa sigue siendo objeto de debate, sobre todo porque la constitución de las enanas marrones es muy similar a la de las estrellas de baja masa y eso dificulta su identificación y estudio.

Entonces, ¿cómo podemos saber si estamos ante una enana marrón o una estrella de muy baja masa?

Al igual que Júpiter y otros planetas gaseosos gigantes, las estrellas están hechas principalmente de hidrógeno y helio. Pero, a diferencia de los planetas gaseosos, las estrellas son tan masivas y su fuerza gravitatoria tan poderosa que los átomos de hidrógeno se fusionan para producir helio, liberando enormes cantidades de energía y luz.

Las enanas marrones, en cambio, no son lo bastante masivas como para fusionar hidrógeno y, por tanto, no pueden producir la enorme cantidad de luz y calor de las estrellas. En vez de eso, fusionan reservas relativamente pequeñas de una versión atómica más pesada del hidrógeno: el deuterio. Este proceso es menos eficiente y la luz de las enanas marrones es por tanto mucho más débil que la de las estrellas propiamente dichas.

El equipo internacional de Nolan Grieves, de la Universidad de Ginebra (UNIGE) en Suiza, ha identificado cinco objetos que tienen masas cercanas a la que constituye frontera que separa las estrellas de las enanas marrones. Estudiar estos cinco astros exóticos podría ayudar a los científicos a conocer mejor la línea divisoria que separa lo estelar de lo no estelar.

Los cinco cuerpos celestes son TOI-148, TOI-587, TOI-681, TOI-746 y TOI-1213. Tienen diámetros entre 0,81 y 1,66 veces el de Júpiter y son entre 77 y 98 veces más masivos que ese planeta. Esto las sitúa en la frontera de masa entre las enanas marrones y las estrellas.

Los cinco raros astros están en órbita a estrellas, tardando solo entre 5 y 27 días en completar una vuelta entera alrededor de ellas ya que orbitan a muy corta distancia de esos soles (al menos 3 veces más cerca de ellas de lo que Mercurio lo está a nuestro Sol).

Ahora habrá que estudiar larga y detenidamente a esas “cuasiestrellas” para intentar obtener datos reveladores acerca de la línea divisoria que separa lo estelar de lo no estelar.

Los últimos resultados obtenidos por el equipo de Grieves se detallan en la revista académica Astronomy and Astrophysics, bajo el título “Populating the brown dwarf and stellar boundary: Five stars with transiting companions near the hydrogen-burning mass limit”.

Noticias

Síguenos en redes