Fortaleza psicológica en mujeres expuestas a traumas

Redacción

Unas investigadoras han completado un estudio sobre la relevancia de la fortaleza psicológica en mujeres expuestas a traumas.

 

El Grupo de Investigación ‘Vulnerabilidad al Dolor Crónico: Implicaciones para la Intervención Psicológica’, de la Universidad de Málaga (UMA) en España, ha realizado un estudio en torno al bienestar físico y psicológico en mujeres expuestas a traumas.

 

En concreto, este grupo de investigadoras ha analizado el trastorno de estrés postraumático, un trastorno capaz de canalizar el trauma de tal modo que repercuta perjudicialmente en la salud y promueva la desregularización emocional. “El trauma se considera una variable psicológica clave en la patogenia del trastorno de estrés postraumático, aunque no todas las mujeres que han sufrido un trauma manifiesten efectos adversos”, afirman las investigadoras.

 

Con el objetivo de poner a prueba un modelo hipotético de la contribución de la resiliencia, la desregulación emocional y los síntomas de estrés postraumático al bienestar físico y psicológico de mujeres expuestas a uno o más traumas, la investigación ha contado con una muestra de 753 universitarias, pertenecientes a diversos Grados de la UMA: Psicología, Logopedia, Ingeniería, Terapia Ocupacional, Criminología y Trabajo Social.

 

El estudio ha revelado que el 87% de las participantes experimentaron, al menos, un evento traumático a lo largo de la vida. Los eventos traumáticos más comunes recogidos en la investigación fueron los siguientes: vivir un evento potencialmente mortal de una persona muy cercana (63,8%); la muerte de una persona muy cercana, como consecuencia de un accidente, homicidio o suicidio (42,6%); ser testigo de violencia (25,1%); o sufrir maltrato físico (23,8%) o abuso sexual (17,3%).

 

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Las autoras del estudio. (Foto: UMA)

 

La investigadora del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la UMA Gema T. Ruiz Párraga, una de las impulsoras de este trabajo, incide en que, de manera posterior al trauma, la resiliencia señaló dos trayectorias significativas para asociarse —directa o indirectamente— con el bienestar físico y psicológico: de manera directa, “los niveles más altos de resiliencia fueron asociados con niveles más altos de bienestar físico y psicológico, a pesar del trauma o de los traumas vividos”. Por otro lado, de manera indirecta, la clave se sitúa en la desregulación emocional. “Las mujeres que mostraron mayores niveles de resiliencia también reflejaron niveles más bajos de desregulación emocional tras el trauma o los traumas experimentados”, señala la investigadora.

 

Asimismo, los resultados amparan la asociación entre una mayor desregulación emocional y niveles más altos de síntomas de estrés postraumático. Es así como el estudio enfatiza el papel esencial de la resiliencia y la desregulación emocional en las mujeres con trastorno de estrés postraumático, ya que ambas pueden favorecer al desarrollo de un tratamiento psicológico más adecuado. “Estos hallazgos pueden ser relevantes para promover la salud y el bienestar de estas mujeres, y ello puede ayudar a identificar a aquellas personas que se beneficiarían, en mayor medida, de intervenciones que se centren en fomentar la regulación emocional y la resiliencia psicológica”, concluye Ruiz Párraga.

 

El estudio se titula “The relevance of psychological strength for physical and psychological well-being in trauma-exposed women”. Y se ha publicado en la revista académica Scandinavian Journal of Psychology.

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