Chiautempan, el negocio familiar del presidente



Maribel Hernández

Pese a haber prometido un gobierno sin mentiras, robos ni traiciones, tal como dice el partido Morena, el cual respaldo a Gustavo Jiménez, estas palabras quedaron como meras promesas de campaña, ya que durante estos casi nueve meses de haber instalado su administración, la corrupción está a la orden del día.

Desde favorecer en negocios a familiares, hasta desvío de recursos de manera indiscriminada, ha sido la bandera de Jiménez Romero, quién ha buscado encubrir estos desfalcos en las deudas heredadas por la administración municipal anterior.

Situación que afecta a la ciudadanía, ya que al dedicarse a enriquecerse a costa de los aumentos de costo del predial, el ingreso en parquímetros, así como otros servicios, ha descuidado la seguridad de los chiautempenses, ya que los robos se han convertido en el día a día de comerciantes.

Esto, incluso ha pasado factura a las comunidades, ya que sus presidentes no pueden realizar obras debido a que el ayuntamiento dice no tener recursos, situación que salió a relucir en la pasada sesión de cabildo, dónde le recriminaron la falta de recursos, incluso sugiriendo que los regidores redujeran su salario para destinarlo a obras, pero tanto el alcalde como los regidores se negaron.

De este modo, es que se logra percibir una fractura interna en la administración municipal, que de morenista solo tiene el nombre, ya que las acciones cuestionables de Jiménez Romero, han sido tema de conversación entre militantes, mismos que reprueban en gran medidas su proceder.

Incluso, había trascendido la posibilidad de ser expulsado de Morena, puesto que al parecer, el edil solamente uso al partido para lograr hacerse del cargo y por consiguiente, dar rienda suelta a sus corruptelas.

Entre las acciones más sonadas, está el de su hijo Juan Carlos Jiménez, quien de acuerdo con declaraciones del propio alcalde, actúa como su apoyo dentro del ayuntamiento, tomando decisiones y usurpando la figura del presidente municipal.

De acuerdo con palabras de gente al interior del ayuntamiento, señalan que Gustavo Jiménez es prácticamente la imagen de la alcaldía, puesto que su hijo es quien se encarga de la toma de decisiones, especialmente en las áreas donde circula el recurso de las arcas.

Además, que gracias a la influencia que ejerce Juan Carlos Jiménez, presuntamente logró hacerse de 45 plazas dentro de la administración municipal, para otorgarlas a familiares y amigos, entre las cuáles, más de la mitad son en calidad de prestanombres, para poder enriquecerse aún más, a costa del erario público.

De acuerdo con la información, está acción cuesta casi medio millón de pesos mensuales al ayuntamiento de Chiautempan, y en apariencia el recurso para pagar tanto a aviadores como a personal de confianza y de base, existe, pero para la asignación de presupuesto para las comunidades no hay ni un solo peso.

Esto, a pesar que desde febrero, Chiautempan empezó a recibir recurso de acuerdo con el Presupuesto de Egresos 2022, dónde se determinó que para este ejercicio fiscal recibiría un total de 88 millones 677 mil pesos, por lo que mensualmente el municipio estaría recibiendo alrededor de siete millones 389 mil 750 pesos.

Además, cuentan con el recurso del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios (Fortamun), del cual para el 2022 recibirá un total de 54 millones 187 mil 998 pesos.

Este mismo se utiliza a la satisfacción de sus requerimientos, dando prioridad al cumplimiento de sus obligaciones financieras, al pago de derechos y aprovechamientos por concepto de agua, descargas de aguas residuales, a la modernización de los sistemas de recaudación locales, mantenimiento de infraestructura y a la atención de las necesidades directamente vinculadas con la seguridad pública de sus habitantes, de conformidad con lo establecido en el artículo 37 de la Ley de Coordinación Fiscal.

Por tanto, el recurso existe pero al parecer, a la familia Jiménez no parece interesarle el utilizarlo para el beneficio de Chiautempan y su población, sino el enriquecerse a costa de sus cargos, viendo el ayuntamiento como una más de sus empresas.

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