Chivas: Las cualidades de Ricardo Cadena para apagar el polvorín en el rebaño y llegar a Liguilla

Ricardo Cadena comenzó su carrera en los banquillos en el 2006, cuando decidió acortar su viaje al Mundial de Alemania para atender la invitación de su amigo Ricardo Rayas, quien lo llevó como su auxiliar a Petroleros de Salamanca para cumplir un pacto que se hicieron en noviembre 1990, mientras eran compañeros de cuarto de la Selección Mexicana que ganó oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe.

Antes de llegar como entrenador interino de Chivas, Ricardo Cadena hizo mancuerna durante nueve años con Ricardo Rayas en los banquillos de la Liga de Ascenso, donde estuvieron juntos en siete equipos. Rayas describe a Cadena como una persona “con valores bien marcados, él es todo un valor”, entre los que destaca el respeto, el compromiso y la lealtad, además de que evita decir groserías.

“‘Richard’ es una persona de carácter, porque a pesar de que uno lo ve tranquilo, uno lo ve sobrio, la primera vez que escuché que se aventó un grito y que le llamó la atención a alguien, yo dije ‘¡Órale!’, hasta me sorprendí. Me dio gusto que, de alguna u otra manera, las personas se den cuenta que el hecho de que una persona sea buena gente, tranquila, respetuosa, no quiere decir que no sientas o que no tienes carácter”, declaró Rayas en entrevista.

Rayas recuerda con cariño las vivencias que tuvo con Cadena, a quien también describe como un “obsesionado del futbol”, por la cantidad de partidos que observa en el ámbito nacional e internacional. Tiene en la mente esas sobremesas en las que hablaban de sus respectivas familias, mientras que en el banquillo y en la cancha se entendía con un chiflido o solo bastaba un intercambio de miradas. “Él era como la otra parte que yo, cuando dirigía, cuando trabajábamos juntos, no tenía. Yo era todo explosividad, toda intensidad, toda euforia, todo gritos, todo presión y él era la contraparte, mucha tranquilidad, mucha confianza, calmar todo lo que en algún momento se alteraba”.

La amistad entre Rayas y Cadena surgió en los Juegos Centroamericano y del Caribe de 1990 en los que la selección mexicana se colgó la presea dorada. En ese torneo, ambos fueron compañeros de cuarto y ahí donde surgió la idea de compartir el banquillo en un futuro por la amistad que forjaron y posteriormente consolidaron cuando los dos jugaron para León.

“Desde ahí nació ese pacto de que, si en algún momento yo dirijo, vamos a trabajar juntos. A lo mejor, como joven, lo dices así y bueno, de aquí a que pasa, pero cuando pasó, en la primera persona fue en él, no pensé en otra persona”.

Casi 16 años después de aquel pacto, finalmente se cumplió. Rayas, luego de estar tres años en las fuerzas básicas de Jaguares, recibe la oportunidad de dirigir a la filial del club en la Primera División A, que en ese momento era Petroleros de Salamanca, el primer equipo de Cadena en su historial en los banquillos. Sin embargo, esa decisión conllevó que el actual entrenador de Chivas acortara su viaje al Mundial de Alemania 2006.

“Ni vas a creer”, advierte Rayas antes de comenzar a contar la historia de cómo se dio el inicio de ambos en los banquillos del futbol mexicano.

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