PLAZA TLAXCALA


“QUIEN NO TE CONOCE, QUE TE COMPRE”.
Lourdes Romero
Inicio mi comentario de esta semana cuestionando el “papel crítico” de quienes se dicen, en estas campañas, candidatos de oposición.
Personalmente, me cuesta trabajo pensar que ellos creen que la gente les puede creer. Su discurso es una mezcla de incongruencias y falacias que solamente indican lo desconectados que están con la realidad de la ciudadanía de a pie.
Un ejemplo claro es la ex dirigente estatal del PRI, Anabell Ávalos Zempoalteca, que ahora busca llegar al Senado de la República.
Ella dice que en esta elección está en juego la libertad y la democracia, incluso “nuestra dignidad”. También, afirma que “vivimos un estado fallido”, y asegura que hay enojo en muchos sectores de la sociedad. Además, se asume como detractora del travestismo político y hasta cuestiona el pragmatismo en el gobierno.
Pues como dicen en mi pueblo: “Quien no te conoce, que te compre”.
En primer lugar, su discurso es una expresión de su anquilosada formación priista. Ciertamente, habla de libertad, de democracia y hasta de dignidad, como valores que están en riesgo, pero parece olvidar que la participación electoral de la ciudadanía tlaxcalteca se ha caracterizado por ser de las más importantes del país.
¿A poco no recuerda que, precisamente, en la elección de 2021, quien la venció en la contienda por la gubernatura emergió como la mandataria más votada de la historia en la entidad? Entonces, ¿de qué libertad habla?, ¿qué clase de democracia está en juego?, ¿a qué dignidad se refiere? Si las campañas fueran un concurso de declamación, tendría pocas oportunidades de ganar por su retórica básica.
Luego habla de un estado fallido y de enojo social. Pero habría que cuestionar, ¿porqué no habló de ello durante los últimos dos años, principalmente, como dirigente estatal del PRI? ¿Cómo es que, de la noche a la mañana, solo hay negativos en el gobierno? En un ejercicio de autocrítica, debería reconocer que, en buena medida, muchos de los problemas que hoy enfrenta el estado son consecuencia también del trabajo de los gobiernos que encabezó su partido.
Y si hay enojo, este no recae en personas como la Gobernadora del Estado o el Presidente de la República, que gozan de aprobación significativa según encuestas serias. Más bien, el enfado y el desencanto se encuentra al interior de institutos como el PRI, donde varios cuadros terminaron por salir ante su falta de apertura como dirigente.
Para rematar, la candidata a Senadora no tiene calidad moral para hablar de travestismo ni pragmatismo político. ¡Es abanderada de partidos que hasta hace unos años luchaban a muerte: PRI, PAN y PRD!
Y tengamos presente que, quien le coordinó su campaña en 2021, fue candidata a la gubernatura del PRD por allá del 2010 y declinó por la candidata del PAN. Desde el Sol Azteca, fue simpatizante de López Obrador, a quien ahora ataca desde el panismo.
Hay chistes que se cuentan solos, y el “papel crítico” de quienes se dicen candidatos de oposición, en estas campañas, es uno de ellos. Lamentable.

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